La IA ayuda a enfrentar los efectos del cambio climático en la supply chain
Maersk describe cinco formas en que la IA puede ayudar a abordar los efectos del cambio climático en las cadenas de suministro.
Cada mes, aproximadamente 1.000 buques viajan a través del Canal de Panamá transportando más de 40 millones de toneladas de mercaderías, un asombroso 5% del volumen del comercio marítimo mundial. Sin embargo, este vínculo vital entre el Océano Atlántico y el Pacífico enfrenta un desafío sin precedentes a medida que los niveles de agua caen a mínimos críticos debido a la sequía más severa en los 143 años de historia del canal. El lago Gatún, la principal fuente de agua del Canal de Panamá, se encuentra en niveles históricamente bajos, lo que obliga a los buques de carga a buscar rutas más largas a través del océano.
Desde fenómenos climáticos extremos que interrumpen las rutas de transporte hasta cambios en los patrones agrícolas que afectan el abastecimiento de materias primas, el cambio climático ha expuesto la vulnerabilidad de las cadenas de suministro como nunca antes. Un solo evento climático puede desencadenar un efecto dominó, paralizar las operaciones y provocar efectos dominó que reverberen en múltiples industrias y regiones.
Sin embargo, dentro de estos desafíos, el problema más apremiante que enfrenta el planeta podría potencialmente encontrar una solución a través de las inmensas capacidades que ofrece el campo de la Inteligencia Artificial en rápido avance.
Mientras el mundo se enfrenta a las crecientes consecuencias del cambio climático, es imperativo un cambio hacia una adaptación proactiva. Las empresas ahora deben anticipar las posibles ramificaciones del cambio climático e implementar medidas para mitigarlas de forma preventiva. Y ahí es donde la IA está demostrando ser un factor de cambio: allanando el camino para una cadena de suministro más resiliente y sostenible.
A continuación, se presentan cinco métodos mediante los cuales la IA puede ayudar a reducir los impactos del cambio climático en las cadenas de suministro.
Optimización de las redes de la cadena de suministro: El Informe de la cadena de suministro de CDP 2022 revela que, a pesar de que las emisiones de Alcance 3 son significativamente mayores que las emisiones directas, solo una pequeña fracción de las empresas están estableciendo objetivos para reducir sus emisiones de Alcance 3, lo que destaca la falta de enfoque en los impactos upstream. Sin embargo, construir una red de transporte alimentada por electricidad renovable o combustibles alternativos es una de las formas más sencillas de ayudar a reducir las emisiones de GEI.
La IA puede ayudar a identificar las rutas alternativas más eficientes y confiables procesando datos en tiempo real de fuentes como GPS, tráfico cámaras, pronósticos meteorológicos y patrones de tráfico históricos. Además, la IA también puede considerar limitaciones y preferencias específicas, como el tipo de vehículo, la sensibilidad de la carga y los plazos de entrega, para adaptar las rutas alternativas a las necesidades específicas de cada envío.
Esto permite un uso más eficiente de los recursos, tiempos de tránsito reducidos y costos de transporte más bajos, lo que lleva a una reducción de las emisiones generales de alcance 3.
Previsión de la demanda: la previsión de la demanda basada en IA puede ayudar a las empresas a anticipar cambios en el comportamiento de los consumidores debido a eventos relacionados con el clima. Por ejemplo, si los modelos de cambio climático predicen que una región experimentará sequías más frecuentes, la IA puede pronosticar una disminución en el rendimiento de los cultivos que requieren mucha agua, como el maíz o el trigo.
Con base en estas predicciones, las empresas a lo largo de la cadena de suministro, como los fabricantes o minoristas de alimentos, pueden ajustar sus niveles de inventario, programas de producción y estrategias de distribución para mitigar el impacto de la reducción del rendimiento de los cultivos en sus operaciones.
Planificación de resiliencia: la IA puede ayudar a desarrollar planes de resiliencia para las cadenas de suministro mediante la simulación de varios escenarios climáticos y sus posibles impactos en la logística, el transporte y la gestión de inventarios. Al modelar diferentes escenarios, las empresas pueden identificar vulnerabilidades y cuellos de botella en sus cadenas de suministro e implementar medidas para mejorar la resiliencia, como diversificar las ubicaciones de abastecimiento, aumentar los niveles de existencias de reserva o rediseñar las redes de distribución.
Abastecimiento sostenible: la IA puede ayudar a las empresas a evaluar a los proveedores en función de datos ambientales, huellas de carbono y métricas de sostenibilidad. Al utilizar imágenes satelitales para monitorear la deforestación en las plantaciones de aceite de palma, analizar datos de las redes sociales para evaluar las preferencias de los consumidores por productos sustentables y utilizar la tecnología blockchain para rastrear el origen y la autenticidad de materiales de origen ético, la IA puede permitir adquisiciones sustentables y abastecimiento con bajas emisiones de GEI. Al rastrear el origen de las materias primas y los componentes, la IA puede ayudar a las empresas a garantizar el cumplimiento de los estándares de sostenibilidad e identificar riesgos potenciales como la deforestación, la contaminación del agua o la tala ilegal.
Monitoreo en tiempo real: sensores inteligentes y dispositivos de Internet de las cosas (IoT) pueden monitorear continuamente la temperatura, la humedad, la calidad del aire y otras condiciones ambientales durante el transporte y almacenamiento de mercancías. Estos datos en tiempo real se pueden integrar perfectamente con algoritmos avanzados de IA, lo que permite a las empresas identificar riesgos potenciales planteados por eventos climáticos extremos o fluctuaciones de temperatura.
Además, los sistemas de seguimiento de inventarios basados en IA pueden proporcionar visibilidad en tiempo real de los niveles, ubicaciones y movimientos de las existencias. Al reasignar recursos de manera proactiva y ajustar los flujos de inventario, las organizaciones pueden mitigar los impactos adversos de los eventos relacionados con el clima, garantizando operaciones ininterrumpidas y minimizando las pérdidas.